¿Quién no se ha parado alguna vez ante algún árbol, algún arbusto
o alguna flor para admirar algo que le resulta extraño? El
mundo vegetal es tan grande y tan variado que nos podemos encontrar
de todo. Y si no, que se lo digan a los insectos, engañados
y engullidos por las plantas carnívoras. ¿Alguien puede imaginar
un árbol sin hojas? Pues existe, es el árbol botella, el
baobab, con todo un depósito de agua en su interior. ¿Y qué me
decís de las viejas y enormes secuoyas americanas? Hay una
que tiene unos 3 500 años de edad. Su tronco es tan grande que
para poderla abrazar necesitaríais hacerlo, por lo menos, entre
dieciséis compañeros con los brazos extendidos. Hay plantas cuyas
hojas son como las alas de un ángel, y otras que, a pesar de
tener un aspecto de lo más normal, contienen potentes venenos.
Si entras en la página de internet, Visión Beta, encontrarás las fotos
de estas plantas:
La rosa de Jericó. Viene del desierto de Chihuahua, en Norteamérica.
Se la conoce como la planta que regresa de la muerte,
porque “vive sin agua” y puede resucitar después de un período
de desecación que puede durar varios años. Aunque haya
perdido hasta el 95% del agua, sobrevive reduciendo todas las
funciones básicas. Al volver a disponer de un mínimo de humedad,
en pocas horas la planta puede resucitar asombrosamente
y sus hojas, que parecían muertas, vuelven a ponerse verdes
y a abrirse.
La planta más resistente del mundo se llama Welwitschia mirabilis.
Crece en zonas desérticas de África, especialmente en el
desierto de Namib. Tiene un pequeño tronco, grueso, con dos únicas
hojas que crecen continuamente y pueden llegar a medir decenas
de metros. Como se enredan, le dan el aspecto de una
planta muerta. Sin embargo, puede llegar a vivir unos 2 000 años
con una asombrosa capacidad para absorber el agua del rocío
nocturno. Por eso, pueden soportar hasta cinco años seguidos
sin lluvia.
La flor más grande del mundo se llama Rafflesia Arnoldii y es
una extraña especie reconocida como la más grande del mundo,
con casi un metro de diámetro y un peso que puede sobrepasar
los 11 kilogramos. Pero… desprende un olor fétido, asqueroso,
similar al de la carne podrida.
La mimosa Pudica es una planta que al tocarla, se cierra. Es
muy sensible y tiene un mecanismo de defensa asombroso: al
sentirse amenazada por el mínimo roce, reacciona plegando sus
hojas hasta cerrarse como si estuviera muerta. Por ello es conocida
como la planta tímida o vergonzosa, es decir, púdica”.
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